Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como https://keziarkgu546953.blogsidea.com/45204710/el-cabezazo-de-zidane-un-momento-que-quedó-en-la-historia